CYCLAMEN
Maceta del 12 y altura 26 cm.
El cyclamen, más conocido como ciclamen, es una planta de tubérculo perteneciente a la familia de las primuláceas. También se le llama artánita y pan de puerco en algunas partes del mundo.
Como sabéis, la mayoría de las plantas de interior provienen de las zonas tropicales. Sin embargo, esta planta proviene de la zona mediterránea donde los inviernos son bastante marcados y los veranos muy cálidos.
Es una planta que, por lo tanto, agradece los inviernos frescos. El exceso de calor y sol son mortales para ella.
En su entorno natural aprovecha el invierno para florecer. ¿Por qué esa época? Porque en la zona mediterránea es la época en la que se producen las lluvias y ese el mejor momento en el que pueden crecer.
Durante el verano, con los primeros calores, se marchitan las hojas de los ciclámenes y el bulbo queda latente en el suelo hasta el otoño siguiente.
El ciclamen, ¿de interior o exterior?
El ciclamen es una planta perfecta tanto para llenar de color vuestro hogares durante la época invernal como para los jardines del exterior. Lo importante es mantener la temperatura fresca que necesitan.
Si durante la época invernal sois de las personas que ponen la calefacción a mucha temperatura, vuestras variedades no sobrevivirán.
Diferentes variedades de ciclamen
Existen distintas variedades de ciclamen en función del tamaño que alcanzan. Pueden ser pequeños, mayores, con hojas y flores de distintos tamaños.
1. El ciclamen mini: desarrolla unas flores muy pequeñas. En exterior funciona muy bien ya que aguanta las heladas y las bajas temperaturas. En interior se utiliza como complemento decorativo para espacios pequeños.
2. El ciclamen mediano: es muy prolífero, florece mucho. La mejor opción para este ciclamen son las jardineras (evitando que las heladas le caigan directamente). Son perfectos para la terraza y el balcón.
3. El ciclamen grande: se puede utilizar como planta de interior en lugares muy luminosos, y en exterior exclusivamente en zonas de clima mediterráneo.
Cuidados del ciclamen
Atendiendo a los cuidados básicos, el ciclamen puede estar en plena floración durante todo el invierno.
1. Luz
Destinarle un lugar en vuestro hogar muy luminoso, evitando las zonas con más calor de la casa. El exceso de calor hace que la planta finalice su ciclo antes y reduce su vida ornamental.
Lo ideal es ubicarla junto a una ventana orientada al norte para que reciba mucha luz pero nunca sol directo.
Si notáis que sus hojas comienzan a ponerse más amarillentas, puede deberse a una carencia de luz.
2. Temperatura
Por encima de los 16ºC, su floración comienza a marchitarse rápidamente y su mata entra en periodo de descanso.
Si queréis que vuestro ciclamen os dure muchos meses en flor en casa, evitad ponerlo en el lugar más caluroso del hogar y, al atardecer, sacadlo al exterior, al pie de una ventana abierta o en un balcón, donde esté al abrigo de posibles heladas o lluvias copiosas.
Si no queréis realizar esta acción a diario, durará más si lo dejáis en un exterior al resguardo y lo metéis en casa en ocasiones especiales.
3. Riego
El riego es uno de los aspectos clave en el mantenimiento del ciclamen.
Esta planta posee un tubérculo, similar al de la patata pero más pequeño, que es importante que se conserve seco. No hay que humedecerlo al regar.
El riego ha de ser moderado ya que un exceso puede provocar podredumbres y suponer un decaimiento irreversible. Si observáis que las hojas de la parte inferior están más amarillas, puede ser porque sufre de un exceso.
Si se deja secar la tierra, el ciclamen quedará mucho más mustio por deshidratación. Lo ideal es mantener el sustrato siempre húmedo, pero eliminando los excedentes de agua del platillo tras cada riego. A continuación, te contamos el paso a paso para hacerlo:
¿Cómo regar de forma adecuada el ciclamen? El mejor método para hacerlo es el de inmersión.
Cogéis la planta con su tiesto y la introducís en un recipiente. Regáis en ese recipiente, no directamente en la tierra del ciclamen y, poco a poco, irá absorbiendo desde la base lo que vaya necesitando. La dejáis entre 10 y 15 minutos.
Otro dato a tener en cuenta es la temperatura del agua de riego. Es importante que esté entre templada y caliente porque si no, el shock del agua fría va a hacer que pierda también las flores.
Una vez retiréis la planta del recipiente con agua, la situáis sobre un platillo con gravilla. ¿Qué se consigue con esto? Que toda el agua que va drenando la planta, vaya quedando en el tiesto y no en contacto con las raíces en la parte inferior.
Ficha técnica
- Plantas
- Riego moderado
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- Abonado mensual
- Plantas
- Con luz
- Plantas
- Planta con flor
- Plantas
- Sombra en exterior
Referencias específicas
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